Terapia láser para esguinces, distensiones o fracturas

Cuando en un momento dado te sientes de repente inestable sobre los pies y tienes el tobillo torcido, intentas apoyar el peso en el tobillo y notas un dolor agudo, en ese momento piensas «terrible», ¡quizá sea un esguince, una distensión o una fractura más terrible! En primer lugar, ¡que no cunda el pánico! Si no hay ningún hueso que sobresalga ni una hemorragia excesiva, puedes aplicar hielo y elevar la zona, y luego buscar la ayuda de un médico profesional, o de un podólogo si tienes una lesión en el pie o en el tobillo. A menudo, un podólogo puede encontrar fracturas menores en una radiografía que los servicios de urgencias podrían pasar por alto. Conocer la diferencia entre esguinces, distensiones y fracturas puede ayudarte a ahorrar tiempo y dinero. Los esguinces son lesiones de los ligamentos (los tejidos que conectan los huesos en las articulaciones). Los esguinces de tobillo son las lesiones más frecuentes en Estados Unidos (casi 2 millones al año). Las distensiones son lesiones de músculos o tendones (los cordones fibrosos de tejido que conectan músculos y huesos). La lesión hace que el músculo o el tendón se estiren o se desgarren. Las fracturas son de muchos tipos y grados. Las fracturas pueden producirse incluso sin traumatismo conocido, como las fracturas por estrés. Los signos de una posible fractura pueden ser: hinchazón, hematomas y deformidad alrededor de la zona lesionada (el miembro puede parecer «fuera de lugar» o el hueso puede perforar la piel). Explorar terapias alternativas, como la terapia con láser, también es una buena forma de ayudarte a controlar cualquiera de estas lesiones. La terapia con láser frío Powercure utiliza el principio de la fotobiomodulación para iluminar la zona tratada con una fuente de luz láser. La terapia láser no es invasiva ni dolorosa y tiene funciones antiinflamatorias y analgésicas. Además, puede mejorar el sistema inmunitario y el metabolismo, acelerar la reparación tisular, aumentar la regeneración vascular y favorecer la cicatrización, etc. Así pues, la terapia láser puede utilizarse tras una operación de esguince, distensión o fractura. Las lesiones leves pueden acabar con un rápido alivio del dolor para favorecer la curación, mientras que las graves pueden tratarse con terapia láser fría, medicación o cirugía, según recomiende tu médico. Si quieres saber más sobre la terapia con láser frío, ponte en contacto con nosotros en info@powercure.shop.