No, aunque los ultrasonidos (ondas sonoras) y los tens (electroestimulación) están diseñados para romper el ciclo del dolor, el alivio no es permanente. Los estudios demuestran que la eficacia de los láseres de baja intensidad es significativamente superior, de hasta el 90%. Los láseres que utilizamos no producen calor y reparan las células del cuerpo que envían señales de dolor.
Al iluminar las mitocondrias fotorreceptoras de sus células con las longitudes de onda de luz deseadas, el láser ayuda a devolver las células a un estado saludable óptimo. El alivio del dolor con láser de baja intensidad se utiliza para muchos tipos de afecciones, como el dolor nervioso, el dolor lumbar y el dolor de cuello y hombros, por citar algunas.